El misterioso Laberinto de Egipto

El misterioso Laberinto de Egipto

Un enigma pendiente de la Egiptología

Ninguna obra griega puede compararse a las pirámides de Egipto, pero el laberinto es superior a las pirámides (Heródoto)



Durante muchos años, la gran asignatura pendiente de la egiptología ha sido la localización del Gran Laberinto, que según narraciones se podía visitar hasta el siglo II d.C. Sin saberse a ciencia cierta las causas, desaparece de los anales y nadie puede ubicarlo. Parece como si las silenciosas y sabias arenas del desierto, lo hubieran cubierto con su discreto manto.

Heródoto afirma haberlo visitado personalmente y según su descripción constaba de mil quinientas cámaras a ras de suelo y otras tantas subterráneas en una planta inferior. Estaba construido en piedra, y todas las salas estaban adornadas con relieves y pinturas. Según explica el narrador griego, le dejaron recorrer las salas superiores, pero no las inferiores, donde él deduce que estaban los sarcófagos de los reyes egipcios.

También nos hablan del Gran Laberinto egipcio, Diodoro de Sicilia (Siglo I a.C.) en su Biblioteca Histórica y Estrabón (64 a.C – 24 d.C) en su obra Geografía, pero cada uno explica de manera genérica, una descripción generalista sin tantas precisiones como Heródoto.


Sin embargo hay que puntualizar que el gran narrador y viajante heleno, muchas veces nos habla basándose en la Tradición y en historias que le fueron contadas, por lo que siempre hay que tomarse sus escritos con precauciones de rigor histórico.

El secreto del Gran Laberinto faraónico
Según datos no confirmados totalmente, el laberinto fue construido durante el periodo de la Dinastía XII (1991-1786 a.C) en el Imperio Medio. Todos los datos nos conducen a considerar que se pudo tratar de un templo funerario, pero también pudo tener otros usos.

Algunos historiadores aventuran que pudo ser lugar regio de reuniones de notables del reino, e incluso centro sagrado de formación, en donde se enseñó a ciertos personajes, selectamente escogidos como iniciados durante generaciones, los famosos Misterios de Egipto.

Las descripciones que se tienen de su interior, nos hablan de techos muy altos, salas con extraordinarios pórticos y escaleras sinuosas de difícil acceso. También se explica, que habían dependencias con puertas, solo franqueables a quien supiera la manera de abrirlas, mediante procesos solo conocidos por ciertos iniciados.


¿Cuál es la exacta ubicación del Gran Laberinto egipcio?
Se habla que pudo estar alrededor de la zona de El Fayún, provincia egipcia situada al sur del Delta del Nilo, a unos 120 kilómetros al sudeste de El Cairo. Los datos que existen nos hablan de un lago denominado Moeris, que puede ser el actual lago Birket Qarún.

El arqueólogo Linder Petri en 1888, descubrió en esta zona, una gran placa de piedra de 304 x 244 metros, bajo el manto de unos cinco metros de arena. Sus escritos contemplan la hipótesis de que esta placa pudo ser la base del laberinto. Sin embargo no adelantó en su estudio. Al parecer por falta de financiación.

Con estas referencias, los prusianos viajaron a aquella zona a finales del siglo XIX. La expedición trabajó a lo largo de varios meses, pero nunca pudo encontrar nada en concreto. Llegando a la conclusión de que unas ruinas cercanas al lago Moeris, eran los restos del enigmático laberinto. Ni que decir tiene, que se debe descartar por el momento esta teoría, ya que en ningún momento, los integrantes de dicha expedición aportaron pruebas fidedignas.

Con el paso del tiempo, y de la poca información de que se dispone, se ha condicionado el misterio del Gran Laberinto, y se han generado infinidad de leyendas acerca del mismo.


El Gran Laberinto egipcio desafía a la técnica más avanzada
En el año 2008, con el consentimiento del Consejo Superior de Antigüedades Egipcio se organizó una expedición al lugar, dirigida por el belga Louis de Cordier, con el nombre de Mataha.

En función de los datos aportados por el arqueólogo Petrie y la posterior expedición prusiana, se trabajó en la zona en donde se encuentra la antes mentada placa. Un equipo profesional de geofísicos trabajando con material de tecnología punta, descubrió indicios de una serie de paredes por debajo de la placa.

Pero otra vez entra en juego la burocracia egipcia, y la larga sombra poderosa del máximo responsable del Consejo Superior de Antigüedades Zahi Hawass, que deja en punto muerto las investigaciones sobre el Laberinto, como también hizo con la Esfinge de Gizeh.


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